¿Justo tú?

Debía volver a la sala común de Gryffindor para recoger un pergamino muy importante que había dejado, al acercarme al pasillo de la Señora Gorda cambié mi velocidad de paso, ya no iba tan lento ahora iba arrastrando mis zapatos, los cuales tenían ritmo propio, iban a un compás de dos tiempos: perfecto y melódico. ¿Desde cuándo mis pasos tienen ritmo?-. pensé. Era obvio que estaba tan concentrada en los estudios que mi mente resultaba sensible a cualquier ruido.

Mientras mas acercaba al retrato de la Dama Gorda más sentía que alguien estaba cerca de mí, me detuve a secas justo en el último escalón de la escalera la única reacción fue girarme para ver quien era que estaba atras mío -¿Justo tú?-. pregunté al quedar frente a frente

Estaba sobre los suelos de el pasillo de la dama gorda, pues me encontraba tirada en el piso escribiendo notas sobre lo que ocurría para gastarle una broma a cada uno de los estudiantes de Gryffindors y Hufflepuffs claro que a Ravenclaws ya les había gastado demasiadas bromas, no podía resistirme mas a una pequeña broma a Gryffindors, ya que solo se creían los mejores por ser valientes y superiores y a Hufflepuffs por ser trabajadores y sin querer ayudar a los Slytherins. No me importa si me quitan puntos, normalmente me los quitan todo el tiempo y sigo gastando bromas.

Ya tan solo me aburría estando ahí, nada más que cada movimiento que hacían era aburrido, hasta que encontré algo in… Bueno, algo, algo casi interesante, aunque yo no podía contar esos síntomas de dolor, que risa me dio, tan solo debió… Un momento, ¿Era un Gryffindor el que estaba ahí? Dios, esto es absurdo. Tengo muchas formas de gastar bromas que me den risa y molesten a la victima de la broma, yo anotaba a mis victimas y mis mejores victimas en una libreta, ahora me encantaría contar mis mejores trucos, pero tengo tales cosas que hacer ¡Pero bueno! ¿Qué puedo hacer?

Hice uno con un tal Ravenclaw, el sabía que yo podía hacer eso, por lo cual no se sentó a mi lado, yo sabía que no se iba a sentar a mi lado, por lo que puse algo de hojas en cada silla, me puse a calcular algo su movimiento, algo que no quería hacer, pero ¿Quién creía que la escuela serviría de algo?, y bueno, era de lo más cerca posible de la silla que tenía menos hojas, por lo que le puse mas a esa silla y claro pegamento, el se sentó y ¡Puf! ¿¡Pegamento, hojas, sillas y persona!? Al yo pensar todo esto, mi cabeza dio vueltas y vueltas hasta querer pararme del suelo y cuando lo hice, me tropecé con un Gryffindor y su voz rompió este pensamiento “¿Justo tú?”

-¿Justo yo?, ¡deja de meter la pata Rosebud Weasley! –Dije cuando su voz dijo ¿Justo tú?- Cada vez que llego tropiezo contigo ¿Por Dios, que es lo que te pasa?

Otra pregunta para Weasley, normalmente le decía Weasley y ahora Rosebud easley a la próxima Rosebud y luego Rose cuando seamos amigas, pero eso nunca sucederá, lo se, y se lo advierto a quien sea que se atreva a ¡ay Dios! Auch, cansada de verdad.

-¿Acaso quieres que me muera?